Convenio de Estocolmo

El convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes (COP) es un tratado de ámbito mundial destinado a proteger la salud humana y el ambiente de los productos químicos peligrosos y duraderos, mediante la restricción y en última instancia, la eliminación de su producción, utilización, comercio, liberación y almacenamiento.


Importancia del convenio de Estocolmo

    El crecimiento mundial de la agricultura y la industria condujo a la invención de miles de productos químicos sintéticos, los cuales obtuvieron un gran alcance internacional. Los contaminantes orgánicos persistentes son motivos de preocupación. Si bien dichos productos han aportado al bienestar general, la exposición a los mismos también puede provocar graves problemas de salud. Los COP se mantienen intactos en el medio ambiente por periodos prolongados. Se acumulan gradualmente en el tejido adiposo de los organismos vivos y pueden provocar cáncer, malformaciones congénitas, perturbar el sistema inmunitario y el reproductor e incluso afectar la capacidad cognitiva.

Cómo funciona

    El convenio de Estocolmo protege a las personas y al ambiente de los COP:
  • Eliminando la producción y utilización. Eliminación inmediata de la mayoría de los COP producidos deliberadamente, con pocas excepciones. Los BPC (bifenilos policlorados) son la excepción más notable, aunque se ha detenido su producción, se autoriza su utilización en equipos existentes hasta el 2025 para asegurar que los BPC se eliminen de forma ambientalmente racional.
  • Restringiendo la producción y utilización. El convenio autoriza el uso muy limitado y cuidadosamente controlado de algunos COP, y a la vez busca alternativas. Por ejemplo, se autoriza el uso de DDT para combatir vectores de enfermedades, como los mosquitos que transmiten el paludismo.
  • Reduciendo la producción no deliberada con el objetivo de eliminación. El convenio fomenta la utilización de los mejores tecnologías disponibles para impedir la emisión de dioxina y furanos al medio ambiente procedentes de fuentes importantes.
  • Velando por la gestión segura y racionalmente ambiental de los desechos que contienen COP. El convenio requiere la identificación y gestión de dichos desechos para reducir o eliminar las emisiones al medio ambiente de COP procedentes de esas fuentes.
  • Controlando otros COP El convenio se encarga de identificar otros COP que exigen una actuación. El procedimiento se realiza mediante un proceso científicamente riguroso y asegura que se tenga en cuenta dichos productos químicos incluso si no existe certeza científica del daño que provocan.

Los Compuestos Orgánicos Persistentes

    Al principio el convenio de Estocolmo seleccionó como objetivos 12 de los productos químicos más persistentes y tóxicos que se han creado. De ellos nueve son plaguicidas: aldrina, clordano, DDT, dieldrina, endrina, heptacloro, hexaclorobenceno (HCB), mirex y toxafeno. Se utilizan con fines agrícolas y salud pública; el DDT se utiliza en algunos países para combatir el mosquito que transmite el paludismo. Es conocido por perjudicar las águilas calvas, águilas pescadoras y otras aves depredadoras y por contaminar la leche de madres lactantes.

  • Los otros 2 productos químicos son industriales: el hexaclorobenceno, que se emplea como solvente y para producción de otros compuestos químicos, y los bifenilos policlorados (BPC), que se utilizan en transformadores eléctricos y equipos hidráulicos. Se conocen por haber contaminado cuerpos de agua cerca de regiones industriales, envenenamiento de peces y problemas de salud pública.

  • Por último, el Convenio abarca subproductos químicos producido de forma no intencional como las dibenzo-p-dioxina policloradas y los dibenzo furanos (PCDD/PCDF). Estos compuestos son producto de la combustión y procesos industriales. Son altamente carcinógenos.

  • En 2009, el Comité de Examen de los Contaminantes Orgánicos Persistentes incluyó nueve productos químicos, donde dos son plaguicidas: clordecona y lindano. Cuando no existan alternativas, el último se puede utilizar como farmacéutico para controlar los piojos y la sarna.

  • Cuatro son productos químicos industriales: hexabromobifenilo, éter de pentabromodifenilo de calidad comercial (éter de hexabromodifenilo y éter de heptabromodifenilo), sulfonato de perfluorooctano (PFOSF), sus sales y el floururo de sulfonilo perfluorooctano (PFOSF). El último tiene muchos usos, en productos electrónicos, producción de imágenes fotográficas, fluidos hidráulicos y en textiles.

  • Por último, el alfa y beta hexaclorociclohexano, ambos plaguicidas y subproductos del lindano, mientras que el pentaclorobenceno es tanto un plaguicida como un producto químico industrial y subproducto de combustión y procesos industriales.

En Costa Rica

    El Convenio de Estocolmo, fue ratificado en el año 2004, y para el año 2009 se presenta ante la Secretaría de este Convenio el Plan Nacional de Implementación (PNI), cuyo objetivo es generar las acciones correspondientes para una gestión racional de los COP's. El Punto Focal de este convenio es la DIGECA del Ministerio de Ambiente y Energía. Posteriormente, DIGECA actualizó el Plan Nacional de Implementación, PNI, en el que se incluyeron acciones a ejecutar entre los años 2015-2020. Como parte del PNI se realizaron inventarios de plaguicidas, de uso industrial y los producidos de forma no intencional, la actualización se completó en el año 2015 y el texto completo se puede encontrar en la página www.digeca.go.cr

Enlaces de interés: pops.int